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Discapacidad y musicoterapia; una mirada de inclusión.

¿Por qué es importante que las familias tomen un rol principal en cuanto a la inclusión y convivencia de las personas con discapacidad?

La discapacidad es una realidad que afecta a millones de personas en todo el mundo, y su abordaje integral es fundamental para construir sociedades inclusivas y equitativas. Durante muchos años, la discapacidad ha sido motivo de angustia para quienes la atraviesan y sus familias. Pensar en un futuro saludable y socialmente aceptado parecía imposible en el contexto en el que vivimos. Este paradigma está siendo derribado día a día. Muchas familias han encarnado la necesidad de ser autores de un futuro y un nuevo contexto de vida para sus hijos.

Como primera institución a la que pertenecemos cuando venimos al mundo, la familia juega un papel fundamental como agente de cambio y cuidado para las personas con discapacidad, desde la inclusión hasta la convivencia plena en la sociedad.

¿Por qué es importante que las familias tomen un rol principal en cuanto a la inclusión y convivencia de las personas con discapacidad?
La familia puede abogar por políticas públicas que promuevan la inclusión social y laboral de las mismas. Esto incluye participar en iniciativas de sensibilización, y exigir cambios en las normativas existentes para garantizar y defender derechos equitativos, puede apoyar la búsqueda de empleo y oportunidades educativas adaptadas a las habilidades y capacidades de la persona con discapacidad, promoviendo la integración laboral y social, No obstante, lo primordial que una familia puede hacer es brindar un entorno de apoyo emocional y psicológico es esencial para el bienestar de las personas con discapacidad. La familia puede proporcionar un espacio seguro donde se valore la autonomía y se promueva la autoestima y la confianza, este último punto es interesante, dado que hoy en día las familias necesitan un apoyo de los profesionales en cuanto a la provisión de herramientas para la crianza y el desarrollo de adolescentes y jóvenes que viven en un desafío de inclusión constante.

Pensar en la Inclusión y convivencia respecto de la discapacidad, requiere examinar una serie de factores interrelacionados que impiden el pleno reconocimiento y participación de las personas con discapacidad en la sociedad, algunos factores son:

1.  Estigmatización y Prejuicios: Las personas con discapacidad a menudo enfrentan actitudes discriminatorias y estereotipos negativos, lo que contribuye a su exclusión social y dificulta su integración en la comunidad, dado que socialmente al día de hoy, se relaciona a la discapacidad con la inutilidad, y esto genera en las personas que la atraviesan mucha separación y la hora de pertenecer a un grupo, y también afecta a las familias quienes también sienten incomprensión. 
2.  Falta de Accesibilidad: Muchos entornos, tanto físicos como virtuales, no están adaptados para personas con discapacidad, limitando su movilidad y participación en actividades cotidianas.
3.  Insuficientes Oportunidades Educativas y Laborales: La educación y el empleo son áreas clave donde las personas con discapacidad encuentran barreras significativas. Las escuelas y lugares de trabajo frecuentemente carecen de recursos y adaptaciones necesarias, impidiendo una participación equitativa.
4.  Acceso Inadecuado a Servicios de Salud: Las barreras físicas, económicas y de comunicación en los sistemas de salud dificultan que las personas con discapacidad reciban la atención médica que necesitan, afectando su bienestar general, los servicios de salud, más específicamente las prestaciones de rehabilitación son quienes están más cerca del padecimiento de estas personas y sus familias, sin embargo hay limitaciones a la hora de extender puentes entre el mundo social y la vida terapéutica que ellos viven. 
5.  Implementación Deficiente de Políticas Públicas: Aunque existen leyes que promueven los derechos de las personas con discapacidad, su implementación es a menudo insuficiente debido a la falta de recursos, monitoreo y voluntad política.
6.  Escasa Participación y Representación: Las personas con discapacidad y sus organizaciones representativas tienen una participación limitada en la toma de decisiones, lo que resulta en políticas y programas que no reflejan sus necesidades y perspectivas.
7.  Poca Sensibilización y Conciencia Social: La falta de conocimiento y comprensión sobre la discapacidad en la sociedad general contribuye a la exclusión y limita las oportunidades de convivencia plena e inclusiva.

La falta de inclusión y convivencia plena de las personas con discapacidad a nivel mundial es un problema complejo y multifacético. Requiere un enfoque integral y coordinado que aborde estas barreras mediante la sensibilización social, la mejora de la accesibilidad, el fortalecimiento de políticas inclusivas y la promoción de la participación activa de las personas con discapacidad en todos los aspectos de la vida social.

Antecedentes:
Históricamente, las personas con discapacidad han sido marginadas y estigmatizadas. En la antigüedad, eran frecuentemente excluidas de la vida social y política. Durante la Edad Media, la discapacidad a menudo se percibía como un castigo divino. La Ilustración trajo consigo un cambio hacia una visión más médica y científica, aunque aún persisten muchas barreras sociales. El siglo XX marcó un hito con la adopción de políticas de derechos humanos y la creación de marcos legales como la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de la ONU en 2006, que promueve la inclusión y la igualdad de derechos.

Antecedentes de la Musicoterapia con Personas con Discapacidad:
La musicoterapia surgió como disciplina formal a mediados del siglo XX, aunque sus raíces se remontan a prácticas antiguas donde la música se usaba con fines curativos. En la década de 1940, se establecieron programas de musicoterapia en hospitales y clínicas, especialmente para veteranos de guerra con discapacidades físicas y emocionales. Desde entonces, ha evolucionado para incluir un enfoque basado en la evidencia que respalda su eficacia en mejorar la comunicación, la rehabilitación de habilidades motoras y cognitivas, y el bienestar emocional de personas con diversas discapacidades. La musicoterapia se ha consolidado como una intervención terapéutica reconocida y aplicada en entornos educativos, clínicos y comunitarios. La música ha demostrado ser una herramienta poderosa en el desarrollo humano, especialmente en el ámbito emocional y expresivo. A nivel cerebral, tiene la capacidad única de afectar múltiples áreas del cerebro, estimulando tanto los centros emocionales como los cognitivos, incluyendo la corteza auditiva, el sistema límbico (relacionado con las emociones), y áreas implicadas en la memoria, la atención y la planificación motora. La musicoterapia, como disciplina clínica y terapéutica, aprovecha este potencial para mejorar significativamente la calidad de vida y desarrollar el mundo emocional y expresivo de las personas.

  • Un desafio actual que nos compete: Conciencia Social:
    La sensibilización y la educación sobre la discapacidad y la inclusión continúan siendo áreas clave para mejorar la convivencia y eliminar estigmas y prejuicios.

En este marco, la musicoterapia emerge como una profesión en el marco de la salud, que prepara herramientas de expresion y comunicación para quienes asisten a tratamientos y espacios de Musicoterapia, y también un medio en el que las familias son parte del tratamiento y la evolución de cada paciente.

Como disciplina terapéutica, se la define como un proceso sistematico de intervencion en el cual el terapeuta ayuda al paciente a fomentar su salud, utilizando experiencias musicales y las relaciones que se desarrollan a traves de estas como fuerzas dinamicas del cambio.

La musicoterapia busca descubrir potenciales, y/o restituir funciones del paciente inclusive aquellas que consciernen a la cognicion, ya que desde un punto de vista científico, se ha demostrado cómo la música puede articular la expresión, la emoción, y la estimulación cognitiva para mejorar la calidad de vida, para que alcance una mejor intra y/o interpersonal, y, consecuentemente, una mejor calidad de vida mediante la prevencion y rehabilitacion en un tratamiento. En otras palabras, en musicoterapia la música es utilizada como un medio para lograr un objetivo terapeutico. Su aplicación no solo contribuye al desarrollo personal y social de los individuos, sino que también facilita la creación de ambientes inclusivos y participativos.

Como profesional de la salud, he desarrollado un proyecto de inclusión para familias y pacientes, trazado por la música como medio para expresar un mensaje, un espacio donde tanto padres como pacientes, puedan pertenecer a espacios de salud, de bienestar y de expresión.